Los dolores de garganta y la mucosidad antes de cantar en un concierto

Los dolores de garganta y la mucosidad pueden aparecer por diferentes razones, como padecer un resfriado, los cambios bruscos de temperatura, la exposición continua al aire frío, forzar la garganta, etc. Los cantantes deben prevenir y reducir este tipo de dolores para que sus cuerdas vocales se encuentren en perfecto estado, y así puedan cantar bien. Es muy importante que sigas estos consejos para aprender a cantar de forma segura mientras realizar el curso de canto

Aquí te damos 10 consejos o remedios sencillos que alivian, e incluso reducen, la mucosidad y las molestias producidas por dolores de garganta.

1 – Beber mucha agua del tiempo, nunca fría, ayuda a mantener nuestra garganta hidratada. Lo recomendable es que, por ejemplo, al finalizar de cantar una canción, bebamos varios sorbos de agua, aunque lo ideal sería beber mucha agua durante todo el día. También debemos evitar todo tipo de bebidas frías y alcohólicas; el alcohol puede llegar a secar los tejidos de la garganta, provocando así su irritación.

2 – Beber o hacer gárgaras con el siguiente preparado: al zumo de cinco limones, le añadimos tres o cuatro cucharaditas de miel. Podemos agregar un poco de agua para diluir la mezcla hasta conseguir una textura que nos guste, e incluso edulcorarla un poco (por ejemplo, con Stevia). Lo mejor sería ir bebiendo éste preparado a lo largo del día, dando pequeños sorbos e intentando que esté el mayor tiempo posible en nuestra garganta. También podemos hacer algunas gárgaras echando la cabeza hacia atrás.
La acidez del limón deshace la mucosidad (como las flemas) y la miel calma la irritación de la garganta.

3 – Exprimir el zumo de un limón y añadirle una cucharadita de bicarbonato de sodio. Hacer gárgaras con esta mezcla cada 4 o 5 horas. Se puede sustituir el zumo de limón por un vaso de agua.
El limón, además de tener mucha vitamina C y deshacer la mucosidad, tiene propiedades antisépticas. El bicarbonato de sodio es antibacteriano y tiene un gran poder antiácido, puesto que el bicarbonato de sodio es alcalino (tiene un pH de 8.4), neutralizando así los ácidos potencialmente fuertes que nos irritan la garganta.

4 – Exprimir el zumo de una naranja y añadirle un diente de ajo crudo licuado o triturado. Beber esta preparación de inmediato, puesto que se oxidan las vitaminas de la naranja unos minutos después de ser exprimida.
El zumo de la naranja contiene grandes cantidades de vitamina C, esenciales para mantener fuertes nuestras defensas. El ajo es un potente antiséptico, que ayuda a evitar la bronquitis y a la cura del asma y las alergias (por lo que protege el sistema respiratorio), y expectorante, puesto que nos ayuda a eliminar la mucosidad del organismo.

5 – En un vaso de agua tibia, disuelve una cucharadita de sal y haz gárgaras con esta bebida.
La sal disuelta en agua tibia ayuda a neutralizar los ácidos en la garganta, aliviando la sensación de ardor, y las membranas mucosas quedan menos irritadas. Además de neutralizar los ácidos, las gárgaras con agua y sal ayudan a eliminar la mucosidad, incrementan el flujo sanguíneo y puede ayudar a reducir la inflamación en la parte posterior de la garganta.

6 – Evitar la tendencia a toser o a aclarar tu garganta. Cuando tosemos, hacemos a que las cuerdas vocales se friccionen y se irriten. Podemos tomar de vez en cuando pastillas para chupar (indicadas específicamente para el dolor de garganta) o caramelos, con la finalidad de mantener la garganta siempre hidratada.

7 – No fumar ni exponerse a gases de productos químicos (como la lejía o el amoniaco que se usan para limpiar) es muy recomendable si queremos evitar que se nos irrite la garganta.

8 – No irse a la cama justo después de haber comido, puesto que al hacer la digestión pueden “subirnos” los jugos gástricos y quemar e irritar nuestra garganta. Para evitar este problema, debemos esperar unas dos horas antes de acostarnos o podemos dormir con una almohada que nos levante un poco el tórax (sin pasarnos, para que nos duela la espalda).

9 – Controlar la humedad del ambiente puede ayudarnos a evitar la irritación de garganta por sequedad. A veces dormimos con la boca abierta, y esto provoca que se nos seque la garganta y se nos irrite. Lo que podemos hacer es colocar un humidificador en la habitación, además de evitar (siempre que sea posible) encender el aire acondicionado.

10 – Tómate descansos. Relajar la garganta y tomarse un descanso adecuado es esencial para curar la voz. Si tienes la garganta irritada, deja de cantar hasta que se cure, evitando así que empeore por sobreesfuerzo. Un ejercicio que puede hacerse para relajar las cuerdas vocales es sujetarse la lengua con los dedos de ambas manos y tirar suavemente de ella hacia delante.